En un proyecto importante y de alto valor – el segundo en esta planta en México – NUTEC Bickley suministrará un horno túnel de 125 m de largo a uno de los principales fabricantes de cerámica avanzada del mundo.
Los Hornos de Campana Móvill de NUTEC Bickley son una excelente alternativa para cargas pesadas colocadas en varias bases estacionarias.
Cada uno de nuestros hornos se diseña en función de las necesidades del cliente. No disponemos de modelos estandarizados ya que entendemos que cada empresa tiene unos requisitos operativos diferentes, por lo que adaptamos nuestra tecnología a sus necesidades específicas.
Disponemos de un laboratorio totalmente equipado con avanzados sistemas de combustión, monitorización y control. Esto nos permite realizar una amplia gama de pruebas a escala y diseño virtual como parte principal de nuestro servicio. Nuestro equipo realiza el premontaje de todos nuestros hornos y estufas y, en el caso de hornos más pequeños, también podemos enviarlo totalmente armado, lo que ahorra un importante tiempo de inactividad a nuestros clientes.
Como fabricantes de hornos industriales, contamos con un estricto protocolo de control de calidad (QA) de nuestros equipos una vez montados, lo que se traduce en una mayor fiabilidad operativa y en el cumplimiento de las normas de seguridad.
Existen muchos tipos de hornos industriales, cada uno diseñado para cumplir con requisitos específicos de calentamiento y procesamiento de materiales en distintas industrias. Los hornos se clasifican generalmente según su método de calentamiento, diseño y aplicación.
1.1. Hornos de combustión o combustibles fósiles:
Utilizan combustibles como gas natural, petróleo, o carbón para generar calor. Son comunes en aplicaciones que requieren altas temperaturas.
Ejemplo: Hornos de fusión de metales, hornos de cerámica.
1.2. Hornos eléctricos:
Generan calor a través de resistencias eléctricas o inducción. Se usan cuando se requiere control preciso de la temperatura y en ambientes sin combustión.
Ejemplo: Hornos de inducción, hornos de arco eléctrico.
1.3. Hornos híbridos:
Combinan combustión y calentamiento eléctrico para aprovechar las ventajas de ambos sistemas.
2.1. Hornos Batch:
Procesan materiales en lotes o cargas individuales. Los materiales se cargan, se procesan, y se descargan antes de iniciar un nuevo ciclo.
Ejemplo: Hornos de temple, hornos de recocido.
2.2. Hornos continuos:
Operan de manera continua, permitiendo que los materiales entren y salgan del horno mientras el proceso está en marcha.
Ejemplo: Hornos de cinta transportadora, hornos de túnel.
3.1. Hornos para tratamiento térmico:
Usados para cambiar las propiedades físicas y mecánicas de los materiales, como metales.
Ejemplo: Hornos de recocido, hornos de templado, hornos de normalizado.
3.2. Hornos de fusión:
Diseñados para fundir materiales como metales, vidrio, o plásticos.
Ejemplo: Hornos de crisol, hornos de arco eléctrico.
3.3. Hornos de secado:
Eliminan humedad o agua de materiales como madera, cerámica, alimentos o productos químicos.
Ejemplo: Hornos de secado industrial, hornos de curado.
3.4. Hornos de sinterización:
Utilizados en procesos de sinterización para compactar materiales en polvo mediante calor sin llegar a la fusión.
Ejemplo: Hornos de sinterización de cerámica o metalurgia en polvo.
3.5. Hornos de calcinación.
Aplicados en procesos químicos para descomponer compuestos, eliminar agua o producir cambios estructurales.
Ejemplo: Hornos rotatorios, hornos de lecho fluidizado.
3.6. Hornos de vidrio:
Especializados en la fabricación y tratamiento de vidrio.
Ejemplo: Hornos de flotación de vidrio, hornos de recocido de vidrio.
3.7. Hornos para la industria alimentaria:
Usados para hornear, tostar o secar alimentos.
Ejemplo: Hornos de panadería industrial, hornos de deshidratación.
4.1. Hornos atmosféricos:
Operan en condiciones normales de atmósfera. No se controla específicamente el ambiente interno.
4.2. Hornos de atmósfera controlada:
Se utilizan gases específicos (como nitrógeno, hidrógeno o argón) para evitar oxidación o reacciones químicas no deseadas.
Ejemplo: Hornos de vacío, hornos con gas inerte.
4.3. Hornos regenerativos o recuperativos:
Recuperan calor del proceso de combustión para mejorar la eficiencia térmica.
5.1. Hornos de baja temperatura:
Temperaturas por debajo de 400 °C.
Ejemplo: Hornos de secado o curado.
5.2. Hornos de media temperatura:
Temperaturas entre 400 °C y 1200 °C.
Ejemplo: Hornos para tratamiento térmico.
5.3. Hornos de alta temperatura:
Temperaturas superiores a 1200 °C.
Ejemplo: Hornos de fusión de metales, hornos de sinterización.
Para Metales: Hornos de arco eléctrico, hornos de inducción, hornos de recocido.
Cerámica: Hornos de túnel, hornos de rodillos.
Química: Hornos de calcinación, hornos rotatorios.
Vidrio: Hornos de fundición de vidrio, hornos de recocido.
Alimentación: Hornos de panadería, hornos de secado.
En resumen, la variedad de hornos industriales responde a las necesidades específicas de diferentes sectores industriales, procesos de fabricación y tipos de materiales. La elección depende del tipo de material, el rango de temperatura, la velocidad de producción y la eficiencia energética requerida.
Las temperaturas de los hornos industriales varían según su diseño y aplicación. La mayoría de los hornos de tratamiento térmico suelen operar entre 1,000°F y 2,400°F (aproximadamente 538°C a 1,315°C). Algunos hornos especializados o de alta temperatura, como los utilizados para fundir acero o procesar cerámicas avanzadas, pueden alcanzar hasta 3,000°F (aproximadamente 1,650°C) o incluso más.
La temperatura máxima exacta depende de la construcción, el aislamiento y el uso previsto del horno.
Al adquirir un horno industrial, puedes esperar una variedad de beneficios que apoyan tanto la eficiencia operativa como la rentabilidad general. Las principales ventajas incluyen:
Mejora de la calidad del producto
El control constante de la temperatura garantiza un calentamiento uniforme, reduciendo defectos y mejorando la calidad de los materiales tratados.
Mayor eficiencia energética
Los hornos modernos suelen contar con aislamiento avanzado, sistemas de combustión y tecnología de recuperación de calor que ayudan a reducir los costos de energía.
Mayor rendimiento y productividad
Los ciclos de calentamiento y enfriamiento más cortos, junto con controles automatizados, aceleran los procesos de producción y reducen el tiempo de inactividad.
Ahorro de costos a largo plazo
Aunque la inversión inicial puede ser significativa, el uso eficiente de combustible y el mantenimiento reducido pueden disminuir los costos operativos a lo largo de la vida útil del horno.
Flexibilidad de procesos
Las configuraciones personalizables del horno se adaptan a diversos materiales y procesos, facilitando la adaptación a las necesidades de producción cambiantes.
Operación confiable y segura
Los diseños modernos incluyen sistemas de seguridad robustos, garantizando un rendimiento estable y protegiendo tanto a los operadores como al equipo.
Horno para metales personalizado: está totalmente diseñado alrededor del proceso y producto del cliente.
Horno estándar: al ser fabricados en serie, están diseñados para abarcar una amplia gama de aplicaciones generales.
Horno para metales personalizado: se diseña acorde a las normas y requisitos de cada localidad, sistema de control, tipo de combustible o fuente de calor, componentes especiales, etc.
Horno estándar: al tener características predefinidas y menos opciones de ajuste, no pueden ofrecer la misma flexibilidad y adaptabilidad que uno a la medida.
Horno para metales personalizado: debido al proceso de diseño, ingeniería y fabricación; estos hornos pueden requerir más tiempo para ser entregados.
Horno estándar: al contar con un diseño e ingeniería predefinida, el tiempo de entrega suele ser más rápido.
Horno para metales personalizado: estos ofrecen un rendimiento superior gracias a su proceso de diseño, ingeniería y fabricación específicos.
Horno estándar: a pesar de estar diseñados para adaptarse a aplicaciones más generales y cuentan con un diseño estandarizado, pueden ofrecer un desempeño confiable.
Los hornos industriales se utilizan en diversas industrias para calentar, fundir o tratar materiales bajo condiciones controladas. Las aplicaciones típicas incluyen:
Tratamiento térmico: Procesos como recocido, templado y enfriamiento rápido para alterar la microestructura de un material, mejorando su resistencia o ductilidad.
Procesamiento y fusión de metales: Fusión de metales o aleaciones en bruto, procesos de refinamiento y operaciones de fundición para sectores como el automotriz, aeroespacial y de construcción.
Producción de cerámica y vidrio: Cocción y modelado de productos cerámicos, así como ablandamiento y moldeado de vidrio.
Procesamiento químico: Secado o cocción de sustancias químicas, eliminación de humedad y facilitación de reacciones químicas a altas temperaturas.
Estos hornos suelen contar con controles y sistemas avanzados para mantener temperaturas precisas y cumplir con requisitos específicos del proceso.
La vida útil de un horno industrial generalmente oscila entre 15 y 30 años, aunque su duración real varía según factores como el diseño, las condiciones de operación, las prácticas de mantenimiento y la calidad de construcción. Las inspecciones regulares y las reparaciones oportunas pueden extender significativamente la vida operativa de un horno. En última instancia, los hornos bien mantenidos pueden seguir siendo confiables y eficientes durante décadas antes de requerir actualizaciones importantes o reemplazo.
El tipo de horno más eficiente depende de la aplicación específica, pero los hornos regenerativos y recuperativos a menudo se consideran muy eficientes debido a sus capacidades de recuperación de calor. Así es como funcionan:
Hornos regenerativos: Utilizan dos (o más) cámaras llenas de un material que absorbe calor. El calor residual de los gases de escape se almacena en una cámara mientras la otra precalienta el aire de combustión entrante; luego, las cámaras cambian su función. Este proceso recicla el calor y reduce significativamente el consumo de combustible.
Hornos recuperativos: Emplean intercambiadores de calor (recuperadores) para capturar el calor residual de los gases de escape y precalentar el aire o combustible entrante. Aunque generalmente son menos eficientes que los sistemas regenerativos, aún ofrecen considerables ahorros de energía en comparación con los hornos estándar.
Al evaluar la eficiencia de un horno, también es importante considerar factores como el tipo de material, los requisitos del proceso, la calidad del aislamiento y los controles avanzados, ya que cada uno tiene una gran influencia en el consumo energético total.
Los hornos industriales pueden operar con una variedad de combustibles, dependiendo de su diseño y aplicación. Los combustibles más comunes incluyen:
Gas natural: Ampliamente utilizado debido a su disponibilidad, costo relativamente bajo y combustión más limpia en comparación con otros combustibles fósiles.
Propano o GLP: Frecuentemente empleado en regiones sin acceso directo al gas natural, ofreciendo una opción portátil y de combustión más limpia.
Combustible líquido: Aún utilizado en ciertas áreas o industrias donde la infraestructura de gas natural es limitada, aunque generalmente produce mayores emisiones.
Electricidad: Los hornos eléctricos utilizan elementos calefactores en lugar de quemar un combustible; son comunes en aplicaciones que requieren un control preciso de la temperatura o en lugares que priorizan la reducción de emisiones.
La elección del combustible generalmente depende de factores como el costo, la disponibilidad regional, las regulaciones ambientales y los requisitos específicos de calor del proceso del horno.
La eficiencia de los hornos industriales varía ampliamente según el diseño, el tipo de combustible, el aislamiento y los requisitos del proceso. En general, la eficiencia de los hornos tradicionales puede oscilar entre el 50% y el 80%. Sin embargo, los hornos modernos o actualizados, especialmente aquellos equipados con sistemas de recuperación de calor regenerativos o recuperativos, pueden alcanzar eficiencias del 85% o más. Factores como un mantenimiento adecuado, condiciones de operación optimizadas y controles avanzados también desempeñan un papel fundamental en la eficiencia general.
Los hornos y estufas industriales calientan materiales, pero difieren en el rango de temperatura y las aplicaciones previstas:
Hornos industriales: Generalmente alcanzan temperaturas mucho más altas (a menudo 1,000°F/538°C o más) y manejan procesos más intensivos, como la fusión de metales, el tratamiento térmico de aleaciones o la cocción de cerámica. Están diseñados con aislamiento robusto y controles para gestionar condiciones de calor extremo.
Estufas industriales: Operan a temperaturas bajas o moderadas, a menudo por debajo de 1,000°F/538°C, lo que las hace ideales para procesos como secado, curado, horneado o precalentamiento. Se utilizan comúnmente en aplicaciones como el curado de pintura, el procesamiento de alimentos y otros tratamientos térmicos que no requieren calor extremo.
Somos una empresa líder internacional en el diseño e implementación de sistemas industriales de calentamiento innovadores y eficientes. Estamos centrados en comprender las necesidades de los equipos térmicos de nuestros clientes y en trabajar para proporcionar los mejores equipos para satisfacer estas necesidades con los precios más competitivos.
En un proyecto importante y de alto valor – el segundo en esta planta en México – NUTEC Bickley suministrará un horno túnel de 125 m de largo a uno de los principales fabricantes de cerámica avanzada del mundo.
Explora el más reciente proyecto innovador de NUTEC Bickley, un horno intermitente altamente flexible y eficiente para el sector sanitario en Europa.
Fabricante líder en la industria, especializado en forja rotativa, rolado de metales, y conformado de partes de aluminio y otras aleaciones en formas complejas.
Le ofrecemos asistencia técnica especializada y asesoramiento para que elija la solución que mejor se adapte a sus necesidades. Rellena este formulario o póngase en contacto con nosotros para hablar ahora.